lunes, 3 de julio de 2017

Sobre la dirección de los significadores

Podemos decir que hay dos modos de juzgar las direcciones primarias. El más popularizado es, a la vez, el más complicado de ejecutar, aunque también es el más impresionante. Podemos describirlo diciendo que se trata de predecir eventos concretos y precisos mediantes el cálculo de la fecha en que vence una dirección particular. Así, si la dirección vence el día X del mes Y, se espera que el suceso ocurra precisamente en el mes Y, con un margen de error de muy pocos días. 
Por otro lado podemos juzgar las direcciones buscando establecer ciclos. Desde esta perspectiva, la predicción depende en gran medida de una conjugación de elementos predictivos. En el periodo en que coinciden varios ciclos del mismo tipo, se profetizan sucesos de la misma naturaleza que el ciclo. Sobre este segundo modo quiero hablar hoy.  

En una entrada anterior publiqué una pequeña traducción sobre la jerarquía de técnicas predictivas. En ésta se menciona el concepto de división y cronocractor, dispuestos por direcciones primarias, según Ptolomeo, Stephen el filósofo y por Schoener. En la cita más inferior, Omar de Tiberíades también mencionar estos conceptos, pero les da un enfoque ligeramente diferente:  

En Ptolomeo y en Stephen encontramos que Cronocractor designa al planeta que es aplicado en dirección por el significador.
En Schoener encontramos que División es el periodo en que un significador avanza por dirección a través de un Término.
De manera diferente, Omar nombra como Divisor al regente del Término transitado y División el planeta aplicado por el significador. 

Por otro lado tenemos la cuestión de la preponderancia a la hora de juzgar. En Stephen y en Schoener, la dirección sobre el Término es secundaria, lo principal es la aplicación del significador hacia los benéficos y maléficos. Veamos esta cita de Schoener:  

“Primero considera los cinco Hylegs… Luego considera las direcciones de éstos a los maléficos y benéficos. Éstos inmediatamente inducen un afecto que dura hasta que el [significador] aplica a otro lugar. Y esto es llamado el periodo universal… Debajo de estos periodos universales se encuentran otros periodos particulares que se dan por la dirección de los significadores en un término de un signo y luego en otro. Esto es llamado una División, y este periodo añade o substrae de la influencia del primer periodo, en tanto si acuerda o desacuerda con las significaciones del primer periodo”. 

En Ptolomeo ni siquiera encontramos mención a un periodo determinado por los Términos y sus regentes. Y por el otro lado tenemos las palabras de Omar, extraídas de su tratado sobre natividades:   

“Sabe también que Ptolomeo era de la idea que la Luna ha de ser siempre dirigida a los rayos de los maléficos y benéficos, en orden de obtener el conocimiento del estado del cuerpo, en salud y enfermedad, y del estado de la madre. Y el Parte de la Fortuna ha de ser dirigido en orden de obtener el entendimiento sobre la adquisición, a saber, la riqueza y la pobreza. Y el Sol ha de ser dirigido en orden de obtener el conocimiento sobe el estado del padre, el reinado y el magisterio. También era él de la idea que la dirección el grado del Medio Cielo ha de ser por la ascensión del círculo recto. Por otro lado, también era él y todos los otros de la idea que uno ha de dirigir el grado del Ascendente de los maléficos y benéficos, de acuerdo a la división de los términos, en orden de entender el estado del nativo. De esta misma manera, si sucede que el Divisor es un maléfico, y la División está en los rayos de un maléfico, uno ha de pronuncias dificultades en esta materia, y también la manifestación de un mal estado, igualmente enfermedades del cuerpo y la corrupción de la complexión de acuerdo a la cualidad de la naturaleza de los maléficos. Si, como sea, el divisor es un maléfico y hay rayos de una fortuna, el estado del nativo será una combinación de bien y mal, esto es, enfermedades y salud, pobreza con abundancia. Pero si el divisor es una fortuna y los rayos son, como ya he dicho, de una fortuna, si cualquier nativo es de una progenie de gente pobre, o también de una progenie de gente de estatus medio, él será así medio en esta división, él será medio en su estado y en el mantenimiento de su estado. Si es la voluntad de Dios”. 

Aquí, Omar nos da a entender que ambos periodos son iguales en importancia, combinándose entre sí para dar como resultado una determinación ponderada.  

Hay otras autoridades como el renacentista Francisco Junctino de Florencia, que denomina Divisor al regente del periodo de dirección sobre los Términos y Participante al planeta aplicado en dirección por el significador. A su vez, Junctino da más preponderancia al periodo por División que al Participante, siendo éste un complemento del segundo.  

Como se puede apreciar, cada autoridad voltea los conceptos y hereda a la siguiente generación una variante de la idea original. Yo, personalmente, me decanto por Schoener, el cuál es más cercano a Ptolomeo; pienso que el periodo de dirección sobre los términos es de muy poca importancia y está siempre sujeto al periodo principal del significador hacia los benéficos y maléficos. Como ya mencioné, Ptolomeo, a diferencia de otros helenos como Doroteo, ni siquiera tomó en cuenta a los Términos.

  

Sobre el Almuten de la carta

Las siguientes son citas muy interesantes por varias razones. La primera es que, como mencioné en esta entrada, vemos aquí uno de los métodos más populares en la antigüedad para calcular el Almuten de la carta o Regente de la natividad.
La segunda es que se diferencia en gran medida del método de Ibn Ezra. Lo que más llama la atención es la omisión de la ponderación por dignidades accidentales; las casas que ocupan los planetas no afectan el resultado final.
En tercer lugar y más importante, el planeta regente no es escogido por un sistema de puntos, sino por la mayoría de dominios que tenga.
Personalmente me decanto por el cálculo de Ibn Ezra, pero hay que reconocer que el presente sistema muestra una solución más sobria y concreta al problema del Almuten.  

“Y él también dijo que el planeta que tenga la mayor dignidad en el Ascendente, y en las luminarias, y en el parte de la fortuna, o en el lugar de la conjunción o de la prevención anterior al nacimiento, ese planeta es el mejor cualificado para regir.
Pero si hay un planeta que tiene dignidad en tres de estos cuatro lugares, o [al menos] en dos de estos lugares mencionados arriba, haremos de ese planeta el Almuten, el planeta que tiene regencia sobre la natividad, esto es, el planeta que ostenta el dominio”.
Omar de Tiberíades
Tres libros sobre natividades

“Dice Tolomeo que el significador es el planeta que tiene mayor poder en el grado del ascendente –el cual es llamado almuten–, las dos luminarias y la conjunción u oposición”.
“Dice Doroteo que el significador es el planeta enseñoreada sobre el grado del ascendente, sobre las luminarias y sobre pars fortune”. 
Abu Ali ibn ar-Rigal
Libro complido de los judizios de las estrellas

 

domingo, 2 de julio de 2017

Cita: El número de planetas maléficos

“Sabe que no puede haber más de seis puntos malos*. Los primeros dos son los maléficos, a saber, Saturno y Marte; y el tercero, Mercurio, cuando está con aquellos o en su naturaleza por aspecto. Y el cuarto es el Sol, expresamente cuando está con Marte, o en su aspecto cuadrado, o en oposición, o en su sextil, o cuando hay un aspecto de trígono de un planeta infortunado hacia él; el Sol también se vuelve maléfico de manera similar con Saturno. Pero el quinto de los planetas malos es la Cabeza [del Dragón], y el sexto, la Cola [del Dragón]. Y sabe que los planetas malos son necesariamente seis, pues dos son maléficos por naturaleza, Saturno y marte; dos por accidente, Mercurio y el Sol; y dos por locación, la Cabeza y la Cola. Sabe que todos estados han de ser justo como he dicho aquí”. 

Omar de Tiberíades

*El original en latín es mali, que se tradujo al inglés por ‘evil’, para diferenciarse de malus, que comúnmente se traduce como ‘maléfico’.